En Estados Unidos, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud, casi 40 por ciento de las personas adultas recurre a la medicina alternativa o complementaria, ya sea como primera alternativa de atención en materia de salud o como complemento a la atención médica que recibe en algún hospital o servicio de salud.

Decir medicina alternativa implica contemplar a todas aquellas técnicas alejadas de la visión médica occidental, denominada alopática, cuyos orígenes están en diferentes lugares de Asia, e incluso América Latina, y cuyos efectos son múltiples en el cuerpo debido a que algunas requieren de la actividad de las personas para poder funcionar, otras del uso de los diferentes sentidos corporales, y pocas de la ingesta de sustancias.

Con la finalidad de brindar una explicación detallada sobre en qué consiste cada una de las diferentes ramas de las medicinas alternativas, saber sus orígenes, dónde surgió, cuál es su función en el organismo, cuántos años lleva implementándose y cómo identificar la atención por parte de un experto, Plutón Ediciones publicó la Guía de la Salud Actual. Medicinas Alternativas. Tratamientos para los problemas de salud con medicinas y técnicas naturales.

También se puede tener información sobre que se requiere para hacer o seguir cada una de ellas, qué tan seguro es o no hacerlo, cómo ayuda a la persona, cuantas sesiones de terapia se necesitan, qué ocurre dentro de una consulta y algunos estudios clínicos sobre su impacto en la salud.

El compendio dedica sus primeros artículos a las técnicas de origen oriental, muchas de ellas milenarias, como la acupuntura, la auriculoterapia, el shiatsu y la acupresión, la fitoterapia china, y la medicina ayurvédica. La mayoría de ellas de corte pasivo

Otras técnicas, no todas de corte oriental, pero cuyo apoyo proviene de la realización de ciertas actividades físicas son la relajación y visualización y diferentes técnicas como la de Alexander, la hipnoterapia, yoga, tai chi, y el entrenamiento autógeno. Además del bodywork en sus diferentes acepciones como el rolfing, el hellerwork y la terapia biodinámica, también son explicadas en el compendio.

Algunas otras, también pasivas pero que requieren de energías externas son la curación espiritual, la cromoterapia, la cristaloterapia y gemoterapia, la cimática y la radiónica. Un elemento más considerado como terapéutico es el arte, ya sea a través de la música o de las imágenes. Un poco más de esfuerzo requiere el uso de la danza con fines terapéuticos.

Las terapias alternativas no sólo ofrecen curación o bienestar, también pueden ayudar a diagnosticar ciertos males físicos y emocionales o estimulan los sentidos como la aromaterapia. Unas más son aquellas clasificadas como de manipulación por que requieren de algunas técnicas para tener contacto con el cuerpo. Entre ellas están la osteopatía, quiropraxia, el masaje, la reflexología y la técnica metamórfica,

Un apartado especial es el de las terapias basadas en elementos naturales ya que abarcan desde el consumo de alimentos frescos y balanceados, hasta el de diferentes variedades de hongos, la macrobiótica, el uso de las flores para el desarrollo de la terapia de Bach, consistente en la preparación de soluciones con pétalos de las mismas, y la utilización de algunos minerales y aguas con alto contenido mineral en su composición.

Una vez comprendidas las diferentes terapias alternativas existentes, la guía pasa a la parte práctica para explicar cómo se pueden utilizar estas en situaciones que ameriten primeros auxilios así como cuando se presentan algunos malestares y enfermedades como diarrea, vomito, infección de ojos, problemas de sueño, síndrome premenstrual, problemas en el sistema genital femenino y diabetes, entre otros. Dentro de las explicaciones, se menciona cuál es el tratamiento ortodoxo, es decir, desde la medicina alopática y como estas técnicas se pueden combinar.

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